Los niveles de vitamina D y su relación con la tasa de mortalidad del COVID-19

Un estudio dirigido por la Universidad Northwestern descubrió una fuerte relación entre la deficiencia severa de vitamina D y la tasa de mortalidad de la enfermedad Covid-19.

Los investigadores observaron que los pacientes de países con altas tasas de mortalidad por COVID-19, como Italia, España y el Reino Unido, tenían niveles más bajos de vitamina D en comparación con pacientes en países que no se vieron tan gravemente afectados.

"La deficiencia de vitamina D podría desempeñar un papel importante en la mortalidad de este coronavirus, aunque todavía es necesario seguir estudiando al respecto espero que nuestro trabajo estimule el interés en esta área y pueda conducir a nuevos procesos terapéuticos" dijo Vadim Backman, quien dirigió la investigación disponible en medRxiv, un servidor de preimpresión para ciencias de la salud. https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.04.08.20058578v4

Backman y su equipo examinaron los niveles de vitamina D de pacientes de distintos paises, después de notar diferencias inexplicables en las tasas de mortalidad de COVID-19 de un país a otro.

Algunos estudios plantearon la hipótesis de que la calidad de la atención médica,  la edad de la población afectada, o las diferentes cepas del coronavirus podrían ser responsables de las diferencias en el indice de mortalidad entre diferentes paises, pero Backman se mantuvo escéptico.

"Ninguno de estos factores parece jugar un papel importante", dijo Backman. "El sistema de salud en el norte de Italia es uno de los mejores del mundo y existen diferencias en la mortalidad incluso si se mira a través del mismo grupo de edad. En cambio, vimos una correlación significativa con la deficiencia de vitamina D", comentó.

Al analizar los datos de pacientes disponibles al público de todo el mundo, Backman y su equipo descubrieron una fuerte correlación entre los niveles de vitamina D y la tormenta de citoquinas, una condición hiperinflamatoria causada por un sistema inmunitario hiperactivo, así como una correlación entre la deficiencia de vitamina D y la mortalidad. 

"La tormenta de citoquinas puede dañar gravemente los pulmones provocando el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la muerte de los pacientes. Esto es lo que parece matar a la mayoría de los pacientes con COVID-19, no la destrucción de los pulmones por el virus en sí".

Por esta razón Backman cree que la vitamina D juega un papel importante. La vitamina D no solo mejora nuestro sistema inmune, sino que también evita que se vuelva extremadamente hiperactivo. Esto significa que tener niveles saludables de vitamina D podría proteger a los pacientes contra complicaciones graves.

"Nuestro análisis muestra una estrecha relacion entre la deficiencia de D y la mortalidad", dijo Backman. "La vitamina D no evitará que un paciente contraiga el virus, pero puede reducir las complicaciones y prevenir la muerte de las personas infectadas".

Backman tiene cuidado de señalar que las personas no deben tomar dosis excesivas de vitamina D, lo que podría tener efectos secundarios negativos.

"Es difícil decir qué dosis es más beneficiosa para COVID-19", dijo Backman. "Sin embargo, está claro que la deficiencia de vitamina D es dañina, y puede abordarse fácilmente con la suplementación adecuada. Esta podría ser otra clave para ayudar a proteger a las poblaciones vulnerables, como los pacientes afroamericanos y ancianos"

Backman es el director del Centro de Genómica Física e Ingeniería de Northwestern y el director asociado de Investigación, Tecnología e Infraestructura en el Centro Integral de Cáncer Robert H. Lurie de la Universidad de Northwestern.

Se puede obtener vitamina D de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de suplementos. Nuestro cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol. Sin embargo, demasiado sol puede llevar al envejecimiento y el cáncer de la piel, así que muchas personas tratan de obtener su vitamina D de otras fuentes. Los alimentos ricos en vitamina D incluyen yemas de huevo, pescado de agua salada e hígado. Otros alimentos, como la leche y el cereal, muchas veces están enriquecidos con vitamina D.

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