Brasil pretende pavimentar una carretera clave para la deforestación de la Amazonia

En una decisión que los ambientalistas califican de peligrosa, el gobierno de Brasil otorgó un permiso ambiental preliminar para pavimentar una carretera que atraviesa una de las áreas mejor conservadas de la selva amazónica.
La ruta conocida como BR-319 recorre unos 900 kilómetros y es la única carretera que conecta Manaos, hogar de 2.2 millones de personas, con los centros urbanos más grandes del país más al sur. La mitad de la longitud de la BR-319 aún no está pavimentada, y ese tramo generalmente se vuelve intransitable durante la temporada de lluvias, que puede durar hasta tres meses. Esta dificultad mantiene alejados a los deforestadores.
Investigadores y ambientalistas argumentan que la pavimentación conducirá a la tala masiva de la selva tropical virgen, dado que la mayor parte de la deforestación amazónica ocurre junto a caminos donde el acceso es más fácil y el valor de la tierra es mayor. De hecho, eso ya está sucediendo antes de que comience la pavimentación.
“Las acciones policiales son insuficientes para frenar la ocupación ilegal, las invasiones, la deforestación, la especulación de tierras y las presiones que han aumentado exponencialmente en los últimos años”, dijo a The Associated Press Fernanda Meirelles, secretaria ejecutiva del Observatorio BR-319, un grupo de vigilancia.
La licencia preliminar es una parte crucial de la aprobación final del proyecto, porque significa que ha pasado las pruebas económicas y ambientales. Sin embargo, el trabajo de asfalto aún no puede comenzar. La agencia ambiental de Brasil, Ibama, también estableció varias condiciones, incluida la creación de un área de conservación para un grupo indígena, el monitoreo de la calidad del agua en las cercanías y un programa de arqueología.
“Pero la agencia está ignorando el problema principal, la explosión de la deforestación en la región”, dijo a la AP Suely Araújo, ex presidenta del Ibama.
Las condiciones establecidas en la licencia no son suficientes para asegurar que no habrá un aumento en la deforestación, por lo que no debería haberse otorgado, dijo Araújo, ahora especialista sénior en políticas públicas del Observatorio del Clima, una red de grupos ambientalistas.
El presidente Jair Bolsonaro, quien está en campaña por la reelección, celebró el permiso en su cuenta de Twitter como otro ejemplo de un proyecto de infraestructura que avanza bajo su mando y dijo que la pavimentación ayudará a mantener el flujo de tráfico en el interior del país.
“Los brasileños se han acostumbrado a que los autos y camiones se atasquen en la carretera BR-319”, escribió, junto con un video que muestra lodo profundo en la carretera. “Esta vez, afortunadamente, está llegando a su fin”.
Después de que Bolsonaro prometiera repetidamente pavimentar la BR-319, el área a su alrededor se convirtió este año por primera vez en el principal punto de deforestación de la Amazonía brasileña, según datos oficiales.
El Observatorio BR-319, una red de organizaciones sin fines de lucro que incluye a WWF Brasil, Greenpeace Brasil y la Coordinación de Organizaciones Indígenas, dice que las comunidades locales no han sido consultadas sobre el proyecto, como lo exige la ley.