Dicen que el perro que ladra no muerde, pero la mayoría de nosotros preferiríamos no arriesgarnos para averiguarlo. Gruñir, enseñar los dientes, rugir, intentar morder y, de hecho, morder,...
Dicen que el perro que ladra no muerde, pero la mayoría de nosotros preferiríamos no arriesgarnos para averiguarlo. Gruñir, enseñar los dientes, rugir, intentar morder y, de hecho, morder,...