Reproducción y gestación del tiburón

El comportamiento de los tiburones durante su apareamiento y algunos de sus rituales previos, indican que viven el sexo activamente. Cicatrices en los flancos, el dorso o en sus aletas son comunes recuerdos, de una vida sexual compleja.

La actitud de los tiburones durante el apareamiento es complicada de tipificar y los rituales previos entre machos y hembras varían de acuerdo a las especies. Dentro de las acciones comunes podemos citar: el nado sincronizado, el cambio de color y las mordeduras. Estas ultimas por lo general son producidas por el macho, y tienen por objeto estimular a la hembra para la copula, aunque en algunas especies es una forma sujetarse a la aleta pectoral de la hembra para poder realizar el acto sexual.

La mayoría de los peces óseos generan una gran cantidad de huevos que depositan en el agua, donde son fecundados externamente por los espermatozoides que liberan por los machos. Los tiburones han optado por una estrategia reproductiva distinta: los huevos se fecundan internamente y produce menos crías pero más protegidas.

Una vez que los huevos de la hembra han sido fecundados internamente, los embriones pueden desarrollarse, de acuerdo a la especie, de la siguiente forma:

Ovíparos
Estos depositan sus huevos en rocas o algas. Sus gruesas cáscaras los hacen resistentes a los depredadores, en su mayoría los huevos tienen forma rectangular.

Vivíparos:
Los tiburones dan a luz a las crías, que son alimentadas en el útero de la hembra por medio de la placenta o a través de una secreción conocida como leche uterina.

Ovovivíparos:
Este tipo de tiburones también gesta a sus embriones internamente y da a luz a las crías, pero no provee ninguna alimentación directa a ellas. Para su desarrollo dependen de los huevos del saco vitelino.

Organos reproductores
El aparato reproductor de los machos esta compuesto por dos órganos cilíndricos peneanos llamados pterigopodios. En los machos inmaduros estos son pequeños y blandos, en los sexualmente maduros son largos y rígidos debido a la calcificación.

Apareamiento
El apareamiento en especies pequeñas se consigue “enroscándose” el macho en torno a la hembra. En especies mayores y más rígidas, como el Jaquetón y el Marrajo, el macho y la hembra se orientan paralelamente cabeza con cabeza.

Los llamados "mordiscos de amor" son cicatrices producto del apareamiento. Este se produce generalmente 30 días antes de la ovulación; durante ese tiempo los espermatozoides se almacenan en la glándula de la cáscara de la hembra: en algunas especies como la tintorera los espermatozoides se mantienen en estado viable durante un año o más.

Gestación
Las especies ovíparas, en especial las pintarrojas, depositan sus huevos sobre el fondo marino, donde los embriones se desarrollan nutriéndose del “vitelo” contenido en el huevo.

Generalmente los huevos se ponen de dos en dos y en el caso de la pintarroja hasta un total de 20 a 25 cada año. El periodo de incubación puede durar varios meses.

Es interesante resaltar que cuando un embrión muere, no provoca el aborto de la camada, sino que, que por algún mecanismo desconocido, se anula la putrefacción, hasta su posterior expulsión, junto con el resto de los embriones.

Nunca se han hallado hembras gestantes del mayor tiburón viviente, el tiburón ballena. Su método de reproducción es desconocido; se han hallado una única cápsula del huevo de treinta por catorce centímetros, pero era tan delgada que no está claro si el tiburón ballena es ovíparo o se trata de un huevo abortado y la especie es vivípara.

Referencias
Marine Biology notes". School of Life Sciences, Napier University
"Biology of Sharks and Rays: 'The Earliest Sharks'"
John D. Stevens, 1987 - Sharks. New York: NY Facts on File Publications

Fotografía
"clean & pure" -  Tiburon Blanco
Flickr - pterantula

 

Autor