España es el mayor proveedor europeo de aletas de tiburón

España es actualmente el primer proveedor europeo de aletas de tiburón para el mercado asiático (muy utilizadas en la cocina oriental).
De acuerdo a un informe presentado por la Asociación Europea de Elasmobranquios , un tercio de la población europea de tiburones se encuentra ya en extinción y un 20% en riesgo inmediato. En 2004, España fue el encargado de casi la mitad de las capturas europeas, 51,071 toneladas sobre un total de 114.981. El siguiente país en la lista, Francia, pescó ese año 21,163 toneladas “Aunque separar la aleta y arrojar el cadáver o el pez moribundo al agua es ilegal en muchos países, se sigue haciendo”, señala el biólogo Ricardo Aguilar, de Oceana. “Las aletas son un 2% del tiburón, así que ocupan poco espacio en los barcos y permiten que los pescadores sigan faenando y acumulen más capturas”, señala el experto.
La flota española del tiburón "es muy grande y pesca en todo el mundo, por lo que está contribuyendo seriamente a la desaparición de muchas especies de estos animales", según señaló a elmundo.es Rebeca Greenberg, responsable científica de tiburones de la organización Oceana. En aguas españolas son habituales las capturas de marrajos -amenazados de extinción-, la mielga y las tintoreras, que se pescan también y de forma muy preocupante en aguas del noreste del Atlántico. Aguilar recurre a una metáfora para explicar la gravedad de la situación: “Cuando se quitan animales de un océano es como si se quitaran ladrillos de un muro”. Aunque el efecto de la desaparición de estas especies en los mares es impredecible, los científicos coinciden en que son unos ladrillos demasiado esenciales y temen que el muro entero se venga abajo.
Los grandes predadores como estos escualos, según explican los expertos, mantienen el equilibrio de los océanos gracias a su control sobre la población de las especies que devoran. “Son como doctores del mar. Se comen a las especies más enfermas o débiles y eso regula la salud del mar”, matiza Aguilar.
Otra experta, la científica marina Rebecca Greenberg, añade: “Si desaparecen estas especies aumentan las de aquellas que les sirven de alimentos. Eso causa un aumento de las poblaciones de otros peces y el equilibrio se destruye”. En un estudio, “Shark Alliance” señala que el mayor peligro para los tiburones es la denominada práctica del “finning o aleteo”: los pescadores cortan las aletas y lanzar el resto del animal al mar.
Es importante destacar la crueldad del “finning”, ya que normalmente el tiburón aún está vivo cuando se le retorna al agua, donde su único futuro consiste en morir agonizando lentamente en el fondo del mar. En muchos países del mundo el "finning" esta penado por la ley.
Esperamos que en breve esta prohibición se propague a todos los países Unión Europea y el resto de países, principalmente asiáticos, que realizan esta despiadada practica.
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